Estamos del lado de los creadores, de los atletas e innovadores que les impulsa una pasión interna, un deseo de convertir sus sueños y sus ideas en realidad.
Marc Marquez desde pequeño a pasado los días enteros luchando por su sueño montando en las pistas cercanas a su casa. Un ritual modesto y sencillo que le ha permitido vivir y disfrutar de su obsesión, convirtiéndose, con 20 años, en el campeón de MotoGP más joven del mundo.